Arte y Depresión.

viernes,8de


Este fragmento de la canción ¨Oiga Doctor¨ de Sabina explica la relación creativa de la depresión y el arte. esto lo escribió este señor justamente después de iniciar un proceso terapéutico por consumo de cocaína. podemos ver desde el punto de vista del paciente en este caso un artista como se mezcla la creatividad y la depresión y como estos individuos prefieren la depresión a no perder la creatividad y el personaje depresivo.


Este principio se presenta de igual forma en los adictos a sustancias, el miedo a perder el personaje de consumo y la idea irracional de que solo drogado es un personaje activo es uno de los retos que debemos sortear los terapeutas que manejamos estas patologías, se hace imprescindible la pisco educación partiendo desde cualquier técnica que nos permita eliminar esas ideas irracionales.


aquí les dejos con Sabina y su canción ¨Oiga Doctor¨

Oiga, doctor,devuélvame mi depresión,

¿no ve que los amigos se apartan de mí?

dicen que no se puede consentir esa sonrisa idiota;

Oiga, doctor,que no escribo una nota desde que soy feliz.

Oiga, doctor,devuélvame mi rebeldía,

ahora que a la carta ceno cada díay viajo con American Express

algunas de las cosas, oiga, doctor,que imaginaba odiosas…

¿sabe que están muy bien?

Oiga, doctor,

¿acaso no le pago las facturas?

déjeme como estaba, por favor,oiga, doctor,

a ver si tengo cura, solo quiero ser yo

y ahora parezco mi caricatura.

Oiga, doctor, devuélvame mi fracaso,

¿no ve que yo cantaba a la marginación?

devuélvame mi odio y mi pasión, doctor,

hágame caso, quiero volver a ser aquel payaso con alas en los pies.

Oiga, doctor, devuélvame mi excitación,

JÓVENES, SUICIDIO Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN

viernes,11de

A propósito del auge de este fenómeno en la República Dominicana.
Uno de los tabúes más afianzados en la mayoría de las sociedades es, sin duda, el comportamiento suicida। No es de extrañar porque, como es bien sabido, los tabúes sociales funcionan como medios de control de determinados comportamientos que podrían amenazar a la permanencia del propio grupo। Claramente, una tasa baja de suicidio en una sociedad constituye un importante indicador de salud de la misma.
No obstante, la realidad es que existe un porcentaje relativamente estable de personas que se suicidan. La propia OMS estima que alrededor de un millón de personas se suicidan cada año, lo que se traduce en unta tasa de 16 suicidios por cada 100.000 personas y, aunque España presenta una tasa más baja frente a otros países europeos, no puede negarse el consiguiente impacto emocional en la familia y amigos, así como el coste humano y económico que supone en cuanto a años perdidos de vida. Por todo ello, puede afirmarse que el suicidio es un verdadero problema de salud pública.
 
Si el comportamiento suicida se considera un problema prioritario a nivel social y sanitario, éste cobra aún más relevancia cuando se habla del suicidio en adolescentes y jóvenes। En relación a esto, en el año 2008 el Consejo Europeo aprobó la resolución 1608 -Child and teenage suicide in Europe: a serious public health issue (El comportamiento suicida en niños y adolescentes en Europa: un serio problema de salud pública)- que muestra la preocupación de las autoridades políticas por convertir en una prioridad política y social la prevención del suicidio।

Una vez más, aunque España presenta una tasa bastante más baja que el resto de los países europeos y especialmente en comparación con los países asiáticos y las zonas más septentrionales, no puede olvidarse el impacto que estos sucesos tienen en las personas más cercanas, así como a nivel social। En concreto, la tasa de suicidio en los adolescentes entre los 13 y los 19 años de edad es de 1,02 por cada 100.000, tasa que se eleva a 2,66 por cada 100.000 jóvenes de 20 a 29 años. Como en el resto de los grupos de edad, se constata que los chicos frente a las chicas presentan una mayor tasa de suicidio consumado (1,32:0,70 por cada 100.000 adolescentes de 13-19 años y 4,23:1,01 por cada 100.000 jóvenes de entre 20 y 29 años). Sin embargo, las mujeres presentan un mayor índice de suicidios no consumados o tentativas. Este hecho se explicaría por dos razones; por un lado, parece que las mujeres realizan más este tipo de conductas como tentativas o llamadas de atención, y, por otro lado, los varones suelen utilizar métodos más violentos y, por tanto más eficaces, frente a los que utilizan las mujeres que suelen ser más pasivos y silenciosos.

En realidad, es un hecho que el comportamiento suicida se caracteriza por su carácter complejo y multifactorial, es decir, existen factores de riesgo que pueden facilitar su desarrollo. Entre los principales factores de riesgo para la población adolescente y joven española, se destacaría la presencia de problemas psicológicos, como el trastorno depresivo mayor (18,5%), los trastornos adaptativos (18,5%) o los trastornos de personalidad (7,40%), pero también la presencia de problemas de ansiedad, trastornos de conducta o episodios de tipo psicótico, siendo la discusión con los padres (38,8%) el principal desencadenante. Por el contrario, existen factores de protección como es un nivel bajo de impulsividad, una comunicación adecuada, una buena autoestima, adecuadas habilidades de afrontamiento a los problemas, etc.
En relación a los factores de riesgo, existe un debate relacionado con los medios de comunicación sobre el denominado Efecto Werther, es decir, si informar sobre los actos de suicidio que cometen, en especial los jóvenes y adolescentes, puede tener un efecto imitativo o, por el contrario, puede utilizarse con una función de prevención social।

A este respecto, la OMS junto con la IASP -International Association for Suicide Prevention (Sociedad Internacional para la Prevención del Suicidio)- ha publicado el pasado año un documento - Preventing suicide. A resource for media professionals (Prevención del suicidio. Un recurso para los profesionales de los medios de comunicación)- cuyo objetivo es aportar una serie de pautas para que los medios de comunicación informen sobre este tipo de hechos de un modo responsable y ético, así como para contribuir que las personas que pudieran ser vulnerables o susceptibles de imitar dicho acto aprendan que ésta no es la mejor manera de resolver los problemas y que pueden pedir ayuda.

¿SON LAS MUJERES MÁS EMPÁTICAS QUE LOS VARONES? UN ESTUDIO LONGITUDINAL EN LA ADOLESCENCIA

viernes,26de


María Vicenta Mestre Escrivá, Paula Samper García, María Dolores Frías Navarro y Ana María Tur Porcar
Facultad de Psicología - Universitat de Valencia

Si bien el concepto de empatía tiene una larga tradición en Psicología con autores como Allport, Hoffman o Eisenberg, su interés se ha incrementado en las últimas décadas por considerarse como un importante motivador de la conducta prosocial y un fuerte inhibidor de la conducta agresiva। El bestseller de Goleman sobre Inteligencia Emocional y otros estudios sobre autoregulación, sobre desarrollo prosocial o sobre agresividad, concluyen que la empatía, en su doble dimensión: como capacidad para ponerse en el lugar del otro (dimensión cognitiva) y como unos sentimientos orientados al estado de necesidad de la otra persona (dimensión emocional), desempeña una función central en la activación de conductas de ayuda y conductas adaptadas, y a su vez, inhibe las tendencias agresivas y egoístas, en definitiva facilita la adaptación social e inhibe la desadaptación en las relaciones sociales.

Estudios realizados en población adolescente en diferentes países confirman el efecto positivo de la empatía en la conducta prosocial; mientras que la inestabilidad emocional y la frialdad emocional alcanzan el mayor poder predictor en la conducta agresiva y antisocial, en todos estos estudios el género es un factor modulador importante de estas conductas।

El presente estudio pretende aportar resultados objetivos que muestren la diferencia o similitud entre varones y mujeres adolescentes en los procesos implicados en la empatía, tanto cognitivos como emocionales. Los resultados obtenidos en función del sexo y la edad de la población evaluada deberán ser considerados en los programas educativos dirigidos al desarrollo de la empatía y la conducta prosocial como inhibidoras de la agresividad.
Para ello, se ha contado con 505 adolescentes (242 chicos y 263 chicas), de edades comprendidas entre 13 y 16 años, que han sido seleccionados aleatoriamente de los colegios públicos (30,3%) y concertados (69,7%) de la Comunidad Valenciana।

Todos los participantes del estudio cumplimentaron el Índice de Empatía para Niños y Adolescentes -IECA (Bryant, 1982; Mestre, Pérez, Frías, y Samper, 1999), y el Índice de Reactividad Interpersonal -IRI (Davis, 1980; Mestre, Frías y Samper, 2004), que evalúan las dimensiones cognitivas y emocionales de la empatía.
Los resultados mostraron diferencias significativas entre los chicos y las chicas adolescentes en la capacidad para sentir las emociones de los otros (empatía emocional) y en la capacidad cognitiva para comprender las emociones de la otra persona (empatía cognitiva), siendo las mujeres más empáticas que los varones de su misma edad en los dos momentos evolutivos। Además, con el paso del tiempo dichas diferencias se incrementaron notablemente. Si bien las diferencias en función del sexo se constatan en todos los componentes de la empatía, éstas se acentúan en el componente emocional, es decir, en los sentimientos de preocupación por la otra persona.

En las dos evaluaciones realizadas las mujeres puntúan más alto que los varones en la capacidad para ponerse en el lugar del otro y también en los sentimientos orientados hacia la otra persona que se encuentra ante un problema o necesidad. Por tanto, las diferencias en función del sexo no se sitúan únicamente en el ámbito emocional, sino también en la capacidad para comprender el estado y situación del otro y ponerse en su lugar.
Las implicaciones estos resultados podrían relacionarse con el estudio de conducta prosocial e inhibición de la conducta antisocial y el denominado bullying (Jolliffe y Farrington, 2004, 2006), donde también se manifiestan las diferencias por sexo। Así, las personas con niveles bajos de empatía parecen tener problemas para vincular su conducta antisocial con las reacciones emocionales de los otros. Por otro lado, los varones suelen tener mayor probabilidad de manifestar bullying violento en comparación con las mujeres.

En definitiva, las mujeres parecen ser más empáticas que los varones de su misma edad, resultado que debería tenerse en cuenta en los programas educativos orientados a mejorar la disposición prosocial y la interacción social positiva e inhibir la conducta agresiva। En un momento en que cada vez son mas frecuentes las conductas violentas en diferentes contextos, el desarrollo de la empatía en el ámbito familiar y escolar puede ser un importante inhibidor de dichas conductas y actuar como un factor de protección.

Referencias
Bryant, B. K. (1982). An index of empathy for children and adolescents. Child development, 53, 413-425.
Davis, M. H. (1983). Measuring individual differences in empathy: Evidence for a multidimensional approach. Journal of Personality and Social Psychology, 44(1), 113-126
Jolliffe, D. y Farrington, D. P. (2006). Examining the relationship between low empathy and bullying. Aggressive Behaviour, 32, 540-550.
Mestre, V., Frías, M. D., y Samper, P. (2004). La medida de la empatía: análisis del Interpersonal Reactivity Index. Psicothema, 16(2), 255-260.
Mestre, V., Samper, P., y Frías, M. D. (2002). Procesos cognitivos y emocionales predictores de la conducta prosocial y agresiva: la empatía como factor modulador. Psicothema, 14, 227-232.
El artículo original puede encontrarse en la revista The Spanish Journal of Psychology:
Mestre, M. V., Samper, P., Frías, M. D., y Tur, A. M. (2009). Are women more empathetic than men? A longitudinal study in adolescence. The Spanish Journal of Psychology, 12, 1, 76-63.

Nuestros Niños, Sus Juegos y Juguetes.

lunes,5de


Al momento de elegir un tipo de juego o juguetes para nuestros niños todo padre elegiría un tipo de juego que “no promueva la violencia” y de echo existen campañas publicas que incitan a los padres a no regalar juguetes de carácter bélico, hay padres que prefieren regalar balones, coches y muñecas. ¿Pero es esta la mejor opción? ¿Realmente es una alternativa a la violencia? Si hacemos un análisis de las conductas sociales de los niños violentos y los no violentos encontraríamos respuesta a estas interrogantes. Pero debemos tener en cuenta un aspecto importante al momento de revisar los juegos y juguetes, debemos recordar que la actividad lúdica solo aumenta la capacidad creativa del Niño, esto sin importar las características que la conformen.  

   
Al momento de elegir un tipo de juguete para nuestros niños debemos pensar en las destrezas que estos ensañaran al niño y la capacidad de nuestros hijos para manejar el juguete. Llevar a nuestros niños a elegir el tipo de juguete que desea podría ser una buena opción, por que además de hacer un regalo enseñara al niño a decidir lo que desea. 


Regalar balones, coches, pistolas, soldaditos, muñecas, etc. No garantiza que nuestros hijos se sumerjan en la violencia o se escapen de ella, con los balones podríamos realizar juegos excesivamente violentos de igual forma con las pistolas, los soldaditos y hasta con las muñecas. Por la otra orilla debemos destacar que los grandes deportistas usan los balones para hacer grandes cosas, los policías utilizan pistolas para garantizar la paz social y los soldados son parte importante de la Historia.  

Los juegos ni los juguetes promueven en ninguno de los casos la violencia ni tampoco te excluirán de ella, debemos tomar en cuenta que las actividades lúdicas son solo un instrumento que permite a los infantes expresar su conducta social, si esta teoría es cierta entonces debemos decir que si un niño dispara su pistola hacia los demás, o decide proteger a la sociedad con esa misma pistola, entonces el elemento “pistola” solo es un medio, disparar o proteger es el fruto de las vivencias sociales. Esto confirma el refrán suizo “El Revolver esta en la Cabeza” el echo de que un niño decida que hacer con su pistola no esta en la pistola si no mas bien en la “cabeza” (Vivencias Sociales) del infante.  

El paso siguiente que debemos dar como sociedad, más bien antes de prohibir a nuestros niños jugar o usar juguetes violentos debemos revisar los modelos sociales y el medio en el que están desenvueltos nuestros hijos, prohibir a nuestro niño elegir una pistola o soldado representa mas violencia que la que este pueda expresar jugando con el articulo, recuerdo una madre que rompe una pistola que le regalan a su niño, el infante observa la acción violenta de la madre. ¿Este hecho reduce o ensaña más violencia al niño?  

El Juego y los juguetes deben acercarse lo más posible a la realidad para proporcionar a nuestros hijos herramientas que les permitan hacerles la vida más fácil. La realidad que vemos es que nuestra sociedad está en un proceso de cambio, y los juguetes y juegos representan la sociedad de hace 20 años, pero no la de ahora. No es cierto que la mujer esté actualmente encerrada en casa y no tenga otra opción profesional. Hoy los hombres cambian pañales y dan de comer. No es cierto que la familia «normal» tenga padre y madre, debemos tener presentes que los juguetes que regalemos a nuestros hijos serán instrumentos que fomentaran la capacidad inventiva, además brindaran diversión educación y contribuirán a definir su estilo de vida.  

Regalar juguetes a nuestros niños es un asunto de juegos, crear modelos sociales que permitan a los niños y a la sociedad vivir en paz es asunto de educación social. Los juegos terminan, los juguetes se rompen, los niños crecen. Se hacen hombres y modelos sociales que educaran a los niños del futuro, sus propios hijos.  

* Walter Recio

El psicólogo dominicano y la metodología de la investigación psicológica

sábado,3de


Dr. Enerio Rodríguez Arias*

Se resalta el contraste entre la importancia y necesidad de un conocimiento operacional de la metodología de la investigación para un ejercicio profesional en psicología plenamente consciente de sus límites y posibilidades, y la poca importancia que se le concede en los programas de formación profesional de psicólogos en la República Dominicana. Se insiste en que la continua aparición de nuevos instrumentos, técnicas y procedimientos de diagnóstico y de intervención, hace prácticamente imposible el entrenamiento en cada uno de ellos. Se defiende la idea de que la formación profesional del psicólogo debe ser de naturaleza más heurística que instruccional, poniendo el énfasis en principios y métodos para la adquisición, evaluación y extensión del conocimiento, proceso en el que la metodología de la investigación juega un papel central. Se subraya la importancia de la capacidad adquirida de evaluar tanto la fuerza como la debilidad inferencial del diseño de investigación subyacente a cualquier alegada prueba de conocimiento o a la supuesta eficacia de algún procedimiento, y se sostiene que dicha capacidad constituye el único recurso racional frente a la resurgente ola de anecdotalismo pseudocientífico que invade al mundo de la psicología, especialmente en los países del tercer mundo. Se concluye señalando, que la metodología de la investigación psicológica podría ser la piedra angular que están despreciando los constructores, y se exhorta a las instituciones dominicanas formadoras de psicólogos a restituirle su papel central en el currículo.

*Resun Articulo Publicado Por el Dr. Enerio Rodríguez Arias.  el articulo Completo se encuentra en:

http://pepsic.bvs-psi.org.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1992-46902003000100007&lng=pt&nrm=